El lunes 8 de septiembre de 2025, la comunidad de Alejandría (Antioquia) se congregó en la Parroquia San Pedro Alejandrino para despedir al Padre Rafael Ángel Ciro, sacerdote de la Diócesis de Paterson, NJ. El templo estuvo repleto con la presencia de familiares, amigos, conocidos y todo el pueblo que quiso darle el último adiós.
La Eucaristía fue presidida por el Monseñor Juan Manuel Toro Vallejo, Obispo de la Diócesis de Girardota, y concelebrada por catorce sacerdotes, entre ellos seis de la Diócesis de Paterson. El Padre Duberney Villamizar, Vicario Episcopal para Asuntos Hispanos, encabezó la delegación y acompañó personalmente el cuerpo del Padre Rafael hasta su tierra natal Colombia. Junto a él viajaron también los padres Manuel Cuéllar, Rolands Uribe, Javier Barreño, Luis Hernández y Diego Monsalve, sacerdotes colombianos que sirven en la Diócesis de Paterson. Su presencia fue un signo claro de la fraternidad y del amor que el Padre Rafael supo sembrar en su ministerio.
En su homilía, el Obispo Toro Vallejo invitó a mirar la muerte del Padre Rafael desde la fe y no solo desde el dolor. Subrayó que lo vivido no fue un simple acto social ni un momento de condolencia, sino una proclamación de fe en la resurrección y en la misericordia de Dios. “Este es un bello testimonio de unidad en la Iglesia y de amor. Su presencia aquí habla de la bondad que él supo transmitir. Vine a proclamar que Dios está vivo y ama profundamente a Rafael; a celebrar su misericordia, y a animar nuestros corazones con paz y esperanza”, afirmó. Con voz firme pero cercana recordó también que el Señor conoce nuestra fragilidad y, aun así, nos ama: “Como el padre siente ternura por sus hijos, así el Señor siente ternura por sus fieles y por el Padre Rafael Ciro. Él sabe de qué estamos hechos, se acuerda de que somos barro, pero su misericordia dura por siempre”.
Durante la Misa se leyó una carta de Monseñor Kevin J. Sweeney, Obispo de la Diócesis de Paterson NJ, dirigida a Doña Elena, madre del Padre Rafael. En ella le aseguró que el amor de su hijo nunca morirá y que la Iglesia entera la acompaña con oración y cercanía. Monseñor Sweeney agradeció a la familia Ciro-Guarín por haber entregado un hijo al sacerdocio y recordó al Padre Rafael como un pastor alegre y fiel, que sirvió con dedicación y amor a su pueblo.
El funeral fue un verdadero testimonio de fe, esperanza y unidad. La presencia de tantos sacerdotes colombianos y de la delegación de Paterson, mostró que la vida sacerdotal es una fraternidad que trasciende fronteras. Fue un gesto de amor que habló por sí mismo del cariño que el Padre Rafael supo cultivar en sus años de ministerio.
El día de su despedida coincidió con la festividad de la Natividad de la Virgen María. Bajo su protección, la comunidad entregó al Padre Rafael al Señor, con la certeza de que su recuerdo permanecerá vivo tanto en su pueblo natal como en la Diócesis de Paterson, donde será recordado como un sacerdote bueno y cercano que ahora descansa en la paz de Dios.
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Delegación de la Diócesis de Paterson acompañó en Colombia el funeral del Padre Rafael Ciro